EL SANTO GRIAL DE VALENCIA
Wolfram von Eschenbach
Hacia 1230, el trovador germano Wolfram von Eschenbach escribió su “Parzival” (“Parsifal”, en la trascripción al español).
Wolfram von Eschenbach explica que la historia del Grial se la ha contado el maestro provenzal Kyot, que la leyó en un texto que encontró en Toledo, un manuscrito arábigo, escrito por el sabio Flegetanis, en el que se narraba la aventura de Parsifal.
Eschenbach cuenta:
En medio del bosque se alza un monte que nadie puede encontrar a menos de ser guiado a él por ángeles, el monte defendido, el monte custodiado. Un recinto encantado en las montañas. «La vía que conduce a él está llena de combates».
Allí, el Grial se halla custodiado por una cofradía de guerreros, castos y puros, los Caballeros del Grial:
«Valerosos caballeros tienen como morada Montsalvat, en los confines del noreste de España, donde se custodia el Grial».
Reyes del Grial fueron, en el poema de Eschenbach, Titurel, Frimutel, Amfortas y Parzival. Reyes “abades”, jefes de los Caballeros del Grial.
Titurel derrotó a los paganos y fundó el templo de Montsalvat, cerca del bosque de Salvatierra, donde, para custodiar la Santa Copa, instituyó la Caballería del Templo.
Amfortas, el Rey Pescador, guardián del Grial, gran maestre de los caballeros que lo custodian, hijo del fundador del Templo del Grial, fue vencido en batalla y se retiró herido al Castillo del Grial. La herida de Amfortas no cicatrizaba, y mientras se mantenía abierta el reino se arruinaba. El rey no podía reinar.
Cuando Parzival llega por primera vez al Castillo del Grial, ve al Rey Herido y no le importa su dolor, su terrible herida. Parzival sólo se preocupa de sí mismo. No pregunta por el sufrimiento del otro. Ve a ese hombre que está padeciendo y no dice nada.
Esa pregunta habría significado el encuentro del héroe, que hasta ese momento ha vivido absorto en sí mismo, con el sufrimiento del otro: la “com-pasión”, compartir el dolor ajeno. Compasión que habría conllevado la curación de ese dolor. La compasión convertiría al héroe en salvador.
Parsifal, tras abandonar el castillo, vaga por el mundo realizando proezas, pero crecientemente insatisfecho, hasta que empieza a comprender que esa sucesión de victorias, esa gloria mundana alcanzada sin pensar en Dios constituye un fracaso espiritual. Esa reflexión le conduce al acercamiento a la divinidad. Parsifal se pregunta repetidamente “Qué es Dios” (“Was ist Got?”) y así el viaje lo va transformando desde la inocencia banal hasta el conocimiento.
Más adelante, Parzival retornará al Castillo del Grial y formulará la pregunta adecuada:
- ¿Qué te atormenta?; ¿Cuál es tu dolor?
Antes de poder hacer esa pregunta, Parzival ha pasado largas noches oscuras. Cuando regresa al castillo, ya es capaz de sentir el dolor del otro. Sentir compasión. Ha aprendido lo que significa el amor. El amor/compasión pone en contacto al “necio” del comienzo de la búsqueda con los misterios del espíritu.
La pregunta se ha convertido en sentimiento.
Finalmente, Parsifal es coronado en el Castillo del Grial, el castillo de Montsalvat.
Parsifal es el caballero místico que busca y encuentra el Grial. El inocente que alcanza el conocimiento; y así sustituye a Amfortas como custodio del Grial.