1959

Tras la Guerra Civil, el Cáliz ya no ha vuelto a salir de Valencia por motivos de necesidad.

Sin embargo, sí ha habido alguna nueva salida, de corta duración y por causas más felices.

La primera tuvo lugar en 1959, para conmemorar el XVII centenario de la llegada a España de la Sagrada Reliquia.

El Cáliz salió de Valencia el 27 de junio de 1959.

El Canónigo Celador subió al autobús con el Santo Cáliz, comenzando así un curioso trayecto en autocares hacia los antiguos espacios de acogida.

El Cáliz visitó, en ruta peregrina, los mismos lugares que en el pasado recorriera en su trayectoria histórica.

Durante todo el viaje se vivió entusiasmo popular, con celebraciones religiosas, toques de campanas y cantos corales.

Paró en Almudévar y poco después llegó a Huesca, donde hubo una recepción en la que el Arzobispo de Valencia cedió el Grial al Arzobispo de Huesca.

Con intervención de otras autoridades eclesiásticas, se ofició una misa multitudinaria en un parque de la ciudad.

El lunes 29 de junio transcurrió en San Juan de la Peña, donde hubo actos de recuerdo y homenaje por parte de los fieles y las autoridades, representantes de los antiguos Reinos de Aragón y Valencia y asimismo del Vaticano.

Peregrinos de todas partes acudieron para la ocasión.

Procesionalmente, el Santo Cáliz recorrió el camino entre el Monasterio Alto y el Monasterio Bajo, llevado por el nuncio de Su Santidad.

En el claustro de San Juan de la Peña, los Orfeones Donostiarra y Oscense y la Coral infantil valenciana “Juan Bautista Comes” interpretaron fragmentos de “Parsifal”, que resonaba de ese modo en su escenario natural, entre bosques y peñas.

A continuación el Cáliz visitó Jaca y otros enclaves pirenaicos y emprendió el regreso, deteniéndose en Zaragoza, en Daroca, donde hubo una procesión nocturna y el Cáliz quedó expuesto, en Teruel, y, ya en tierras valencianas, en Segorbe y Sagunto.

El domingo 5 de julio, el Cáliz retornaba a su capilla.

[Las fotos son de mala calidad, pero muy interesantes].